Explicamos la diferencia entre tres conceptos que tienen que ver con las personas que no pertenecen o no se identifican con las identidades de género binarias (masculino y femenino) cuya rigidez es cuestionada por diferentes teóricos y activistas del movimiento Queer.
Transgénero
Personas, grupos o colectivos que forman parte de un género diferente al que tradicionalmente se les asigna socialmente: masculino o femenino a partir del sexo o las características biológicas que tienen en su nacimiento.
Los y las transgénero puedes tener diferentes orientaciones sexuales (gay, heterosexuales, bisexuales, asexuales,…) e identidades: pueden identificarse o no como hombre, mujer, ambos géneros, transexuales (operados o no), travestis o genderqueer (que cambian de identidad dependiendo del momento o el contexto), entre otras.
Los colectivos y personas transgénero reivindican su reconocimiento y leyes y medidas contra la transfobia (odio, rechazo y discriminación por su opción personal).
Lecturas para comprender mejor el concepto transgénero: La novela ‘Orlando’, de Virginia Woolf, en el terreno de la ficción; y el ensayo de Judith Butler, ‘El género en disputa’.
Transexualidad
Situación o conciencia en la que una persona pertenece a un género diferente al que la sociedad le asigna en función de su sexo biológico. Como transexual se siente que se habita un cuerpo ajeno. Realiza tratamientos hormonales o quirúrgicos de reasignación de sexo para recuperar su verdadera identidad y sentirse reconocido o reconocida en ella.
Las organizaciones trans trabajan para que la transexualidad deje de considerarse una enfermedad por diferentes asociaciones, como ocurrió también con el lesbianismo y la homosexualidad. También el reconocimiento legal de su sexo en la documentación e identificación de la persona (DNI, tarjeta sanitaria,…) además de la normalización social de cara al empleo, la maternidad o paternidad o cualquier aspecto de la vida.
La película ‘La chica danesa’, estrenada en noviembre de 2015, cuenta la historia de la pintora Lili Elbe, la primera mujer transexual que se sometió a una operación de reasignación de sexo. Otra película, ‘Transamérica’ (2005) permite entender mejor la situación de exclusión social que atraviesan muchas personas transexuales.
Intersexualidad
La intersexualidad es una condición en la que una persona nace con una anatomía reproductiva y/o sexual que no encaja con las definiciones típicas de hombre o mujer, según la definición de la Intersex Society of North America. Presenta órganos masculinos y femeninos o combinaciones de cromosomas y genitales en diferentes grados y, muy a menudo, son los padres, madres o médicos los que en el momento del nacimiento deciden operarles y asignarles un sexo para “normalizar” su situación.
Estas decisiones condicionan su identidad y pueden derivar en un conflicto si la persona no siente que pertenezca al sexo que se le ha asignado. Desde los colectivos LGTB se critica también que estas operaciones pueden tener efectos secundarios de por vida como infecciones o pérdida de sensibilidad en los genitales, así como la falta de apoyo que reciben.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de cada 2.000 personas (un 1% de la población mundial) nace intersexual. Alemania es, desde hace dos años, el primer país europeo que permite que, en estod casos, no se registre el sexo del recién nacido en el registro de nacimiento.
La novela ‘Middlesex’, de Jeffrey Eugenides; las películas ‘XXY’ de Lucía Puenzo (2007) y ‘El último verano de la Boyita’, de Julia Salomoff (2009) y la serie ‘Masters of sex’ abordan desde la ficción la intersexualidad.
Por Montserrat Barba Pan
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