El nombre de Aleexandra Kefren probablemente no te suene de nada, pero hace unos meses saltó a la palestra en el Reino Unido al aparecer en un programa de televisión confesando que quería vender su virginidad al mejor postor.

Unos horrorizados presentadores y espectadores que estaban viendo el programa, no podían creer lo que estaban escuchando, pues la joven tenía solo 18 años. Sin embargo, ella estaba decidida, y dejó todo en una agencia, Cinderella Escorts.

Aleexandra sorprendió a todo el país al decir públicamente que quería vender su virginidad al mejor postor.

Aleexandra, procedente de Rumania, dijo que la idea le había venido tras ver la película “Una proposición indecente” cuando tenía 15 años. Al proceder de una familia sin recursos, se le ocurrió que quizá podía ayudar a sus padres con la transacción.

Aleexandra dice querer ayudar a sus padres con el dinero.

Bien, pues unos meses después, la subasta ha finalizado, y con un récord sin precedentes en la página.

La puja final, que la hizo “un hombre de negocios de Hong-Kong”, fue de 2.300.000 euros (cantidad de la que la agencia se llevará el 20%), tal y como informan desde Cinderella Escorts.

La joven parece estar contenta con el resultado:

“Me alegro de haber decidido vender mi virginidad a través de Cinderella Escorts. Nunca habría podido soñar que la puja fuese tan alta ni que llegara a 2,3 millones de euros. Es como un sueño hecho realidad”, dice en un comunicado de la página web, “fue un proceso largo. Me criticaron en prensa. Hicieron parecer que era un tabú que hiciese con mi cuerpo lo que quisiese”.

“Ahora tienen que organizarlo todo. El hotel está reservado. La agencia me acompaña a la cita y se quedarán cerca en caso de que surja algún problema. Tengo la posibilidad de terminar la cita en cualquier momento, pero tengo confianza. He podido hablar con el comprador y es muy simpático”, comenta la joven.

Según la agencia, se “aseguran” de que las chicas no tengan ningún tipo de “problema psicológico” antes de publicitar la venta de su virginidad, a la vez de “confirmar que es una adulta y está segura de sus planes”. Aseguran que todas ellas “mantienen relaciones sexuales con condón”, y son ellos los que organizan todo.

Cinderella Escorts es una empresa alemana, cuyo presidente es un joven de 26 años llamado Jan Zakobielski y su socio, según informa The Sun. Para cualquier transacción, los hombres interesados han de depositar un 40% de la cantidad acordada antes de la cita, para transferir el resto después de obtenerlo. La agencia tiene nada menos que otras 300 chicas subastando su preciada virginidad.

Parece ser que Alexandra no se arrepiente:

“Todo el mundo ha de decidir por sí mismo si merece la pena darle su virginidad gratis a un novio futuro que después romperá contigo, o venderla. Ahora puedo estudiar donde quiera, comprarme una casa y ayudar a mis padres. Me da un montón de oportunidades”.

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