Los celulares pueden solucionarnos algunas cosas, pero es mala idea estar atenta a los mensajes en la noche de bodas. Un hombre de Arabia Saudita pidió el divorcio a su esposa con quién había concretado el matrimonio 24 hora antes porque ella no le prestaba atención por contestar los mensajes de las amistades.
De acuerdo a un pariente del novio, solamente le pidió consumar el matrimonio, pero la novia se negó porque se encontraba “ocupada contestando las felicitaciones de sus amigos”. Entonces, el recién casado le preguntó si las amistades eran más importantes y ella le respondió “sí”.
Lamentablemente, ella no se imaginó que su respuesta iba a subir el tono de la pelea. Aunque estaba feliz de casarse, recibió la demanda de divorcio de su reciente esposo. Aquello sucedió a unas horas de haberse casado.
Esta pelea llegó al comité de conciliación, el cual intentó que la pareja se amiste y no se divorcié. El esposo herido negó perdonar a su esposa por el rechazó vivido en la noche de bodas. Aunque este caso sorprenda, es lo que suele ocurrir en Arabia Saudita.
En aquel país, ha surgido un a ola creciente de divorcios entre los recién casados, el cual llega al 50%, según informan los medios locales. La mayoría de los casos suelen ser ocasionadas por las diferencias y malentendidos en la pareja como también, por la facilidad con que se pueden contraer nupcias.
Si una pareja se casa sin tener las bases solidas o la suficiente confianza, es posible que el matrimonio dure igual que la ceremonia de bodas. Por eso, es importante vivir cada faceta de la relación.
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