El 30% de todo el tráfico en Internet es pornografía, por eso no nos sorprende que la industria influencie la manera en la que especialmente los jóvenes están teniendo relaciones sexuales. Por eso es importante recordar que el sexo filmado puede ser un tanto diferente que en la vida real, y aquí te dejamos 5 lecciones que no debes aprenderle a la pornografía.

 

1. Los “faciales”

No sabemos en qué momento se puso de moda que los hombres eyaculen en el rostro de sus parejas, pero puede ser una práctica muy peligrosa para la salud ocular. Enfermedades como la gonorrea y la clamidia pueden causar infecciones severas en los ojos e incluso provocar ceguera.

 

2. No usar lubricante

En el sexo vaginal se recomienda, pero en el sexo anal es indispensable. No utilizar lubricante (como se ve en la pornografía) puede provocar lesiones por donde se puede contraer más fácilmente las enfermedades de transmisión sexual.

 

3. No separar lo anal de lo vaginal

En la pornografía es común que las parejas pasen de sexo vaginal a anal, o incluso de anal a vaginal. Las bacterias del aparato digestivo nunca deben entrar al reproductivo. Es muy importante que si decides tener sexo anal y vaginal al menos cambies de condón, pero también te tienes que fijar en no penetrar analmente a tu pareja (o dejar que te penetren) con la mano o con algún objeto y utilizarlo después en la vagina sin lavarlo.

 

4. Sexo sin protección

No necesitamos decirte que cuando tienes sexo, especialmente si es con una pareja nueva, el condón es indispensable, pero es raro ver que se utilice en la pornografía y más raro aún que lo usen para el sexo oral. Sin embargo, también te puedes contagiar de una enfermedad de transmisión sexual si practicas sexo oral sin condón. Es común, es peligroso, no lo hagas.

 

5. De sexo anal a sexo oral

Es increíble que tengamos que poner esto en una lista, pero existen videos pornográficos en los que el acto de pasar de sexo anal a oral sucede sin más pensamiento. Las bacterias que se encuentran en el recto son muy peligrosas para el consumo humano. Te puedes contagiar de hepatitis con esta ridícula práctica. Al menos, como mínimo, cambia de condón.

 

Todo se vale en el sexo mientras ambas personas estén de acuerdo siempre y cuando no pongas en riesgo la salud de tu pareja. Cuídense y asegúrense de que una noche de diversión no los deje con consecuencias físicas graves.


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