1.- No nos importa en absoluto tu atención:
Resulta que cuando acabamos de tener sexo liberamos una hormona que se llama oxitocina y entre sus muchísimas funciones en el cuerpo de las mujeres, lo que hace es que nos ayuda a congeniar. Y cuando liberamos oxitocina nos sentimos satisfechas. Por esta razón no estamos esperando nada de nadie. Estamos satisfechas y nos sentimos más seguras.
2.- Nos vemos más lindas:
Cuando nos dedicamos a tener sexo nos sentimos más lindas. Si logramos llegar a la cama con alguien es porque (generalmente) nos gusta y por eso, fue una conquista que se logró. Además, El Programa de Sexualidad Humana de la Universidad de Minnesota dice que pasan principalmente 2 cosas durante el sexo: la primera es que aumenta el flujo sanguíneo de nuestro cuerpo y llega a todas partes. La segunda tiene que ver con la tensión de nuestros músculos. Cuando se nos ponen los cachetitos colorados quiere decir que tenemos salud y mayores niveles de estrógeno y esa hormona está vinculada a la fertilidad de las mujeres. Entonces por eso es que se nos percibe como “más atractivas sexualmente” cuando estamos levemente sonrojadas.
3.- Nos vemos más felices:
Creo que no necesitamos un estudio de Harvard para saber por qué nos vemos más contentas cuando acabamos de tener sexo intenso. Ahora, si fue un desastre, sabemos que vamos a poder “tijeriar” con nuestras amigas a quien nos hizo pasar el mal rato. De cualquier forma, un estudio hecho en alguna parte indicó que el 55%, las personas que tienen más sexo reporta mejores niveles de felicidad y ligereza que los que tuvieron mal sexo.
4.- Te sientes más atraíd@ hacia nosotras:
Eso pasa porque durante el sexo liberamos feromonas y mientras más activa es nuestra vida sexual, más feromonas vamos liberando. Estas hormonas las percibe tu olfato como atracción y pueden aumentar la excitación y el ánimo en el sexo opuesto. Así que, en el caso de los hombres, si se sienten inusualmente atraídos hacia nosotras es porque estamos tirando como locas.
