Jessie Goline no tuvo más alternativa que confesar que envió fotos hot a los menores y luego abusó de ellos.
Jessie Goline no tuvo más alternativa que confesar el delito que había cometido: “Sí, tuvimos sexo”. Lo hizo, en principio, ante las autoridades del colegio de Jonesboro, Arkansas en el que se desempeñaba como maestra de Arte. “No quiero perder a mi marido”, continuó.
La maestra de 25 años contó finalmente que tuvo sexo con cuatro de sus alumnos, y con dos de ellos la misma noche, luego de seducirlos con una forma usual en estos tiempos: mensajes de WhatsApp en los que hablaba explícitamente de acostarse con cada uno y enviándoles fotografías desnuda o en ropa interior.
Goline se presentó ante el juez, donde se la acusó formalmente de abuso sexual en primer grado. Ese delito -de confirmarse la condena- podría acarrear una pena de hasta 40 años. En ese estado ningún mayor puede mantener relaciones sexuales con menores de 18 años, la edad que los estudiantes tenían en el lapso en que habrían ocurrido los encuentros.
Esos encuentros furtivos sucedieron entre los meses de enero y abril de 2016, momento en el que el padre de uno de los estudiantes descubrió el escandaloso affaire y lo denunció ante las autoridades.
“Luces muy bien en clase”, era una de las frases que Goline solía enviarles a sus estudiantes como inicio de una conversación que se tornaría absolutamente sexual.
Luego, cuando su marido no se encontraba en casa, la maestra de Arte los invitaba a su apartamento en Jonesboro, donde los sometía sexualmente, según consignó el diario Arkansas Democrat Gazette. Una de esas noches, luego de estar con uno de sus alumnos, llamó a otro para pasar el resto de la velada, según consta en el reporte policial presentado ante la corte.