Antes que nada, si usted está ilegal en Estados Unidos, lo último que debería de estar haciendo es publicar en Facebook mensajes en contra del Gobierno, ya que su estatus no es el adecuado para protestar. Esto queda como prueba, y lo podrían utilizar en su contra, tal como le paso a esta joven.

Un fanático racista de Donald Trump causó la indignación luego de acusar a una compañera de clase indocumentada.

Desde queDonald Trump asumió la presidencia de los Estados Unidos, decenas de organizaciones racistas han salido a las calles a mostrar el rostro. Es así que cientos de abusos contra minorías se han reportado en Facebook y otras redes sociales durante los últimos años.

El más reciente de ellos tuvo luchar en Kentucky, nada menos que en la Universidad de Transilvania. Allí, un joven racista y fanático de Donald Trump, se volvió viral en Facebook por su terrible accionar contra su propia compañera de clase.

Taylor Ragg publicó en su cuenta de Facebook la foto de perfil de su compañera Paola García. ‘Todo el mundo va informar de esta ilegal en mi escuela presumiendo que está violando la ley’, escribió en el polémico post.

Rápidamente la publicación de Facebook se viralizó hasta llegar a su misma protagonista, Paola García, una joven a quien reportan como salvadoreña. En respuesta, la joven indocumentada compartió un video donde se la ve denunciando el racismo en su escuela entre lágrimas.

‘Los racistas están envalentonados y esta persona los está incitando a acosarme, a que me denuncien’, dijo la joven en el video de Facebook. Asimismo se atrevió a leer algunos de los comentarios de odio que recibió luego del post de Ragg.

‘No puedo esperar hasta que tu p&$l0 c#$%lo se haya ido’, ‘espero que disfrutes de tu visita de nuevo a los suelos de tu tierra natal, c#&%lo apestoso’, fueron algunos de los terribles mensajes que recibió Paola García.

En un primer momento, Paola García denunció que la universidad no quiso prestarle apoyo ante el mensaje racista de Ragg. Al parecer, la entidad educativa argumentó que no podían hacer nada frente al ataque.

Sin embargo, dada la ola de críticas, la universidad cambió de opinión y decidió expulsarlo.


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