Stephen Briggs, de 38 años, es un “caza fantasmas” que afirma haber tenido más de 100 encuentros sobrenaturales, entre los que se incluyen haber visto a dos espíritus manteniendo relaciones, y haber sido agredido por un fantasma: “Recibí un golpe en la zona del corazón. El colgante que llevaba puesto se partió en dos “, declaró. También dijo haber visto la aparición de un policía victoriano patrullando las calles donde vive.
Afortunadamente, el entusiasta de lo paranormal mantenido un registro detallado de sus escalofriantes encuentros desde la década de 1980, y ahora está listo para describir cada uno de ellos con todo el detalle que uno espera leer.
Stephen era un niño pequeño cuando vio por primera vez un fantasma, dijo: “He tenido tantos encuentros que no sé por dónde empezar. Algunos son de lo más extraños y divertidos, pues los fantasmas no siempre son aterradores. El primero que recuerdo fue cuando estaba sentado sobre la rodilla de mi madre esperando a mi papá. Había un caballero con un abrigo y, de pronto, simplemente desapareció”.
“Hubo otro en el que vi a dos personas tener un encuentro sexual en el baño de un museo en East Kirkby. Fui a abrir la puerta para decirles que se detuvieran y desaparecieron. Salí al pasillo pero no había nadie. Mi familia me estaba esperando afuera del baño y dijeron que no habían visto a nadie entrar o salir”.
En otra ocasión, fue atacado por un espíritu: “Recibí un desagradable empujón al corazón”, dijo. “Pensé que estaba siendo atacado. El colgante que llevaba puesto se partió en dos. No sé lo que era, nunca más me pasó algo así, ni me explico el por qué, pero no he usado joyas desde entonces”.
Al describir su encuentro más reciente -el 2 de septiembre-, dijo: “Estaba en Ludborough, donde solo hay una línea de ferrocarril. Pude ver un tren de vapor delante de mí y uno detrás de mí, aunque no había otra línea de ferrocarril. Lo oí silbar una vez y a la segunda me cuenta que estaba respondiendo al silbido del otro tren. Allí no había un alma y era imposible pues no había otra línea de tren.
Stephen admite que sus extraordinarias afirmaciones lo han dejado expuesto a ridículo y a las burlas cuando las ha contado en línea. A menudo se le tilda de que solo está buscando atención mediante mentiras. Stephen no se deja destrozar, sabe que lo que ha visto es cierto y cree que la gente está celosa de su habilidad. Además, afirma, no tiene motivos para inventar algo así “no quiero lograr nada con esto más que contar mi experiencia”.
“Mi familia me apoya mucho”, dijo. “Recibo mucho abuso de trolls en línea y correos de odio. No tengo motivos para estar inventando nada. Creo que la gente está celosa de que yo sea el centro de atención “.
Ahora planea poner sus avistamientos en forma de literatura para que todos puedan leer y conocer sus experiencias.
“He estado manteniendo un registro desde los años 80. Ahora quiero ver si puedo convertirlo en un libro”, declaró.