Polémica. A través de Twitter, un joven denunció que el sacerdote de la parroquia a la que asiste lo expulsó de una misa por ir vestido como mujer.

Cuestionable actitud. A través de Twitter viene circulando un video en el que un joven denunció discriminación por parte de un sacerdote. El muchacho asegura que el párroco lo expulsó de una misa porque estaba vestido de mujer.

Luis Fernando Palacio es un miembro de la comunidad LGTBI que llegó hasta una parroquia de Anzá, en Antioquía, Colombia, para escuchar la ceremonia. Mientras, oraba, según su relato, fue interrumpido por Rodrigo Arcaes, el clérigo del lugar.

“A las 7:05 de la noche me encontraba acá, en la misa. Tengo que confesar que soy católico y cuando estaba en la oración del Evangelio, me despertó el sacerdote de Anzá (Antioquia), Rodrigo Arcaes y me dijo, ‘te salís, te salís. Te advertí que si te vestías de mujer y entrabas acá a la iglesia, te sacaba’”, dice el joven en la grabación que se viene difundiendo por Twitter.

El incidente ocurrió delante de unas 60 personas. Palacio cuenta que se sintió muy incómodo por el acto discriminatorio del religioso, quien, asegura, debería dar ejemplo en vez de atacar a la comunidad gay.


“Quiero que este vídeo lo vean las personas que han sufrido esto y me den un consejo porque quiero salir adelante y me orienten con leyes, algo que pueda hacer porque prácticamente me siento vacío, impotente, sin nada qué hacer”, dijo Palacio en posteriores declaraciones a la prensa.

Una mujer que estuvo presente en la ceremonia confirmó el relato del joven. “Él toda la vida va a la misa, tenía la costumbre de ir, pero dejó de ir porque empezó a tener encontrones con el sacerdote y cuando decidió regresar lo echó”, indicó.

El video causó tanto revuelo en Twitter que Jesús Argáez, el sacerdote cuestionado, salió al frente para aclarar la situación. “No fue un escándalo. Se lo dije de forma prudente y con cordura, solo a él: ‘Por favor retírate del templo para que las personas pongan atención a la misa’”, asegura el párroco.

Sin embargo, advierte que no se trató de un acto discriminatorio o de homofobia. “Las puertas de la iglesia están abiertas para la comunidad LGTBI. Reconozco mi error, no fue correcto pedirle que se retirara”, sentenció.


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