Rosalie Ávila, una adolescente de descendencia hispana, sufrió durante dos años las burlas y los insultos de sus compañeros de clase, hasta que decidió quitarse la vida colgándose en su habitación. En su nota de despedida escribió que era “fea y perdedora”, como le decían constantemente los que le hacían bullying.
Rosalie, de 13 años, vivía en California y estudiaba en la Mesa View Middle School, donde fue víctima de acoso escolar o bullying por parte de sus compañeros de clase, que constantemente la tildaba de “fea” y “perdedora”, según relataron sus familiares y otros estudiantes.
El constante maltrato verbal llevó a Rosalie al suicidio, colgándose del techo de su habitación. Todo su sufrimiento quedó plasmado en un diario personal, donde la adolescente detalló los nombres de los compañeros que se burlaban, así como la forma en la que la humillaban y los insultos que le decían por que ella usaba aparatos en los dientes o por la forma cómo se vestía.
Su madre, Charlene Ávila, fue la primera en encontrar a su hija colgada en la habitación. Con gritos de horror, alertó a su esposo y padre de Rosalie, Freddy Ávila, y ambos la trasladaron inmediatamente al hospital, donde la joven permaneció tres días conectada a un respirador artificial.
El 01 de diciembre, los médicos le diagnosticaron muerte cerebral a Rosalie y sus padres decidieron desconectarla y donar sus órganos. Según los familiares, la joven hispana soñaba con ser abogada y quería ayudar a hacer del mundo un lugar mejor.