Seis meses de textos sin respuesta fueron evidencia suficiente para que la juez determinara que la pareja carecía de una buena relación.
La Justicia le concedió el divorcio a una mujer que demostró que su marido la ignoraba. Lo peculiar del caso es que como prueba fueron presentados los mensajes de texto leídos pero no respondidos en la aplicación de mensajería Line. Ocurrió en la ciudad de Hsinchu, en Taiwán.
Cientos de mensajes no respondidos durante seis meses. En la aplicación Line, al igual que WhatsApp, se indica con doble tilde azul que el receptor ha leído el mensaje. Dicho tilde sirvió de evidencia.
También quedó sin respuesta oportuna un mensaje en que la mujer, identificada como la señora Lin, le avisaba a su marido que había sido internada en un hospital tras sufrir un accidente de carro. El esposo le escribió uno o dos meses después del siniestro, pero no para preocuparse por su salud, sino para preguntarle algo respecto de su perro e informarle de que le había llegado correo. No obstante, una vez fue a visitarla al hospital.
Además ha trascendido que Lin cubría la mayor parte de los gastos de la familia porque su cónyuge no tenía trabajo regular. La familia del marido restringió el tiempo que ella podía permanecer en la ducha y la cantidad de agua caliente que podía usar, dado que la pareja vivía en su domicilio.
La corte falló que la falta de comunicación virtual era una evidencia de que el matrimonio de cinco años, que es el segundo para Lin, “no puede repararse”.
La jueza indicó que “una pareja normal no debería tratarse de esa forma” y que los mensajes en Line “muestran que las dos partes no tienen una buena comunicación”. El esposo de Lin, quien no se presentó a la audiencia en la corte, se reserva el derecho de apelar. La prensa local se hizo eco del fallo la semana pasada.