Carly Goff jamás imaginó que el viaje planeado con su familia podría convertirse en su condena de muerte, y es que el parásito logró hacerse paso en su interior y el dolor era indescriptible.
Viajar por vacaciones es uno de los modos más habituales para buscar relajarse y conocer nuevos lugares, y más aún cuando compartes con tus seres queridos; sin embargo, las cosas no siempre pueden salir muy bien y así lo aprendió Carly Goff, una joven australiana que enfermó luego de un viaje familiar a Fiji, sin imaginar que un insecto carnívoro se apoderaría de su interior.
“Estaba tan enferma y tenía tanto dolor. Tenía los pies ardientes, la cara ardiente. Se siente como una quema de ácido. También tengo como desgarros en los músculos, así que siento que mis músculos están siendo destrozados”, reveló para Seven News, debido a que la criatura se alimentó de ella por más de cinco años, pero recién empezó a sufrir las consecuencias.
La joven salió a la luz a exponer su estado de salud luego que los médicos al fin logren diagnosticar cuál era el origen de sus males, ya que se encontraba en un estado de agonía constante y en el peor de los casos pudo haber muerto.
¿QUÉ INSECTO ES?
Se trata de un gusano parásito potencialmente mortal llamado Gnathostomiasis que ingresa al cuerpo y logra transitar libremente, pero al ser carnívoro se alimenta de los tejidos del interior, provocando severos daños e intensos dolores.
¿DÓNDE EXISTE?
Según las investigaciones, este gusano habita el sudeste asiático, sobre todo en Tailandia y en el sur y centro de América.
EL TRATAMIENTO
“Es como un gusano y tiene dientes. Se mueve masticando los tejidos y músculos, destruyendo todo donde quiera que vaya”, comentó Carly Goff, quien advirtió a las personas de lo que podría pasar. Ella tuvo que ser atendida de inmediato e ingirió una tableta de gusano que provoca que el parásito pierda el hambre y deje de comerla por dentro.
El doctor Bernard Hudson alertó sobre la fuerza de este insecto que lograría abrirse paso a su gusto por todo el cuerpo y nada en el interior podría detenerlo. “Puede invadir cualquier sistema de órganos, puede atravesar los pulmones, atravesar el cerebro, puede llegar a la vejiga, al hígado o a cualquier parte”, indicó el especialista.
ASÍ LUCE AHORA