Ver las estrellas, llegar al Nirvana, tocar la puerta del Edén y otras expresiones se usan para describir el orgasmo. Sin importar si se trata de mujeres u hombres, tenemos la utopía de extender el placer hasta llegar al fondo de éste para alucinar con los ojos en blanco y la piel erizada. Experimentar la culminación de la excitación sexual está ligada a varios factores esenciales que muchas veces no tomamos en cuenta. Desde la temperatura, hasta la duración de un beso son parte de los elementos de los que depende el éxito del acto sexual.

Más allá del amor, la confianza, la privacidad o cualquier otro elemento circunstancial, la conexión que puedas crear con tu pareja sexual es imprescindible. De ella dependerá el éxito del camino por el que planeen llegar al orgasmo. Esa descarga repentina de tensión sexual acumulada es indescriptible y por más extraño que parezca es inalcanzable para algunos. Las razones son diversas, lo increíble es que aún después del coito esta sensación de máximo deleite puede nunca llegar.

En ocasiones, agotar el recurso lleva a algunas parejas a perder la magia. El preámbulo a la penetración queda en el olvido y el momento clave decae hasta convertirse en una rutina desagradable o aburrida. El sexo debe ser una práctica totalmente placentera que los deje rendidos y satisfechos. Cuando ésta comienza a parecer una “responsabilidad”, más que una elección, la estimulación de las zonas erógenas se bloquea hasta convertir el jugueteo sexual es una actividad física sin sentido, acción ni reacción.

Lo que pocos saben es que el orgasmo puede alcanzarse por completo sin penetración. Esta técnica da cabida a dos cosas importantes; la primera es que el sexo dejará de ser una rutina en la que después de algunos besos ustedes se quitan la ropa para comenzar a tener relaciones de las que no obtienen absolutamente nada. La segunda, que las prácticas o técnicas que utilicen para excitarse mutuamente serán nuevas y distintas, pues éstas nunca culminarán en la penetración.

¿Qué es el petting?

El petting es el nombre que recibe la práctica sexual en la que el contacto físico y otras actividades encaminan a la excitación; inclusive los ayuda a culminar hasta el orgasmo. De acuerdo con las investigaciones del sexólogo español Alberto Martínez de Santos estas técnicas resultan más eficientes que el mismo coito. Pues el tiempo que se invierte en el contacto físico, el cual no implica la búsqueda forzosa del orgasmo, relaja el cuerpo y la mente para que a través de la complicidad la culminación de la excitación llegue con mayor facilidad y, sobre todo, naturalidad.

¿Cómo se practica el petting?

La forma en que se aborda este juego es diversa y original, pues lo más importante es que tu pareja y tú sepan que pueden expresar lo que les gusta hacer y que les hagan sin miedo o vergüenza alguna. Después de dejar esto claro, pueden elegir entre los dos algunas de las tácticas del petting que los harán llegar a la máxima expresión del placer.

Abrazo profundo

A pesar de que no habrá penetración necesitan un condón perfectamente lubricado y que resista juegos de fricción. La mujer debe colocarse sobre sus rodillas y manos mientras su pareja la abraza por detrás. Él debe pegar el pecho a su espalda mientras con sus dedos roza el clítoris de su pareja. Por la posición en la que estarán su pene se frotará contra su coxis, lo que creará para ambos un juego muy placentero.

La V invertida

El hombre debe sentarse en una cama con la espalda recargada en la pared y las piernas estiradas, mientras su pareja se hinca con las piernas abiertas sobre su pelvis. Con dicha abertura (en forma de V invertida) él podrá estimular manualmente la vulva de su pareja mientras ella tomas con ambas manos su pene. Masturbarse mutuamente los llevará al orgasmo sin necesidad de nada más.

Besos sorpresa

La mujer debe recostarte con los ojos vendados sobre una superficie cómoda mientras él recorre todo su cuerpo con sus labios. El misterio es primordial a la hora de buscar la excitación, por lo que no podrán dejar de sentir que el orgasmo se acerca. Después de unos minutos él deberá acostarse sobre su pareja para seguir besando su rostro y cuello mientras estimula su clítoris con la cabeza de su pene. En esta ocasión ella será la que alcance el orgasmo después del juego.

Cambios de temperatura

Crear sensaciones distintas y únicas es la clave para encontrar el punto máximo de la satisfacción. Coloquen una tela en el congelador un día antes del encuentro íntimo. Cuando llegue la hora, él deberá jugar con un cubito de hielo con el que frotará, cuidadosamente, el clítoris y los labios de su pareja. Ella debe pasar la toalla helada por el miembro de él de arriba a bajo. Una vez que ambos sientan que esa área de su cuerpo haya bajado de temperatura deben colocar un calentador de gel sobre sus zonas erógenas mientras se masturban mutuamente. El cambio de temperatura sensibilizará la piel de esas áreas y sin lugar a dudas llegarán al orgasmo como nunca antes.

Con ropa

No es necesario que la seducción ocurra totalmente desnudos, pues la fricción aún sobre la ropa puede llevarlos al orgasmo. De hecho, el saber que de acuerdo a las reglas de este juego no pueden recurrir a la penetración, la excitación de lo “prohibido” será mayor. Colóquense en su posición sexual favorita y muevan la pelvis y cadera de forma que el roce de sus zonas erógenas les produzca placer.

Las ventajas del petting, además de la satisfacción que obtendrán, los motivará a intentar algo distinto la siguiente vez que deseen alcanzar el orgasmo. El riesgo de un embarazo y el contagio de enfermedades se reducirán de manera importante, pues sin penetración estas situaciones serán menos probables. Por otro lado, la imaginación y su creatividad serán lo más importante a la hora de inventar sus propios juegos, por lo que no solamente aumentará el éxito de sus encuentros íntimos, sino la conexión entre ustedes.

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