Se llama ‘juego del muelle’ y es uno de los peligrosos comportamientos sexuales que se han registrado durante los últimos meses entre los adolescentes. ¿De qué trata?

El sistema es tan sencillo como comprometido para la salud: los jóvenes se sitúan en círculo sin ropa interior y, mientras mantienen la erección, las señoritas se van sentando sobre ellos alternativamente cada 30 segundos forzando una penetración. El que primero eyacula, pierde.

Uno de los riesgos más comunes es el embarazo no deseado, aunque quienes practican este juego sin preservativo parecen no tenerlo en cuenta.

Por otro lado, las enfermedades de transmisión sexual. Sin dudas, la peor parte se la llevan las mujeres porque aunque sí se utilice preservativo, ellas sí estarán expuestas a este tipo de enfermedades al dejar sus secreciones en el condón que posteriormente utiliza otra chica.

El SIDA y la sífilis son otras enfermedades que se pueden contagiar si se realiza este tipo de juego sexual. Otros ejemplos de afecciones contra las que el condón no puede dar seguridad al 100% son la clamidia o la gonorrea.

Además, existe el riesgo del desgarro para las chicas. El problema de esta práctica es que no hay ningún tipo de preparación para la penetración, que además se puede producir en una menor que no está preparada. El forzar la penetración puede dar lugar al desgarro.

 


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