Fay Marshall tenía 21 años y cuando todo parecía marcha con normalidad, hubo un quiebre en su vida. Sufría de sobrepeso y eso había fracturado su autoestima por las constantes humillaciones a las que había sido sometida. A ella no parecía importarle; sin embargo, hubo un momento en que todo cambió.

Cierta vez subió a un transporte público, la confundieron con una embarazada y le cedieron el asiento. La situación volvió a repetirse una vez más. Eso fue la gota que derramó el vaso. Fay Marshall decidió cambiar su estilo de vida.

“Fue un ciclo, mientras más grande, tenía menos confianza sobre salir con mis amigos, así que me quedaba en casa y comía en secreto“, dijo.

Ella llegó a ser talla 22, una de las más grandes en el mercado de ropa norteamericano.

“Tener que explicar que no estaba embarazada ya era lo suficientemente malo, pero también sabía que, de todos modos, no cabría en el asiento que me estaban ofreciendo”, agregó.

La joven se unió a Slimming World, un reconocido centro de apoyo para personas con sobrepeso y comenzó a hacer pilates y nadar.

“Estaba nerviosa y y asustada. Creo que era la más grande de ahí”, dijo la estudiante.

A todo ello le sumó una dieta saludable y dos años después, los resultados saltan a la vista. Ahora pesa 110 libras y luce una gran sonrisa. Es feliz.

“Antes, al entrar a un cuarto, siempre me sentía como si todos ahí estuviesen mirándome y pensando “wow, es una chica realmente grande”. Ahora puedo ir a cualquier parte, pararme derecha y con la cabeza en alto”.

Ha sido un 2017 muy bueno para Fay, ya que ganó el premio a la mujer del año otorgado por Slimming World.

Así luce ahora:

Muy bella sin duda.


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