Kaylene Bowen es el nombre de la madre de Estados Unidos que hizo creer a todos que su hijo padecía de cáncer terminal, hasta que la terrible verdad salió a la luz.
Un sorprendente caso ha generado indignación en el mundo, debido a que se descubrió que sometió a su hijo de tan solo 8 años a 13 operaciones y 323 visitas al hospital al afirmar que padecía de cáncer terminal; sin embargo, la verdad terminó saliendo a la luz al descubrirse que él estaba completamente sano.
Se trata de Kaylene Bowen, una mujer originaria de Texas de 34 años, quien desde el nacimiento de su hijo lo habría sometido a arriesgadas intervenciones quirúrgicas, así como un diagnóstico falso al asegurar que el menor padecía de cáncer terminal, por lo que fue sometido a biopsias y operaciones que pudieron costarle la vida en cualquier momento, ya que su cuerpo no estaba preparado para tan arriesgados procedimientos.
Durante ocho años la vida del menor estaba en los hospitales, fueron 323 visitas debido a que la madre les hizo creer a los médicos que tenía alergia a la leche y necesitaba de un trasplante de pulmón, además sus mentiras y exámenes falsos provocaban que su historia sea más real, hasta que los doctores del Centro Médico de Niños de Dallas comenzaron a sospechar.
El personal médico se puso en contacto con la fiscalía local y se realizó una exhaustiva investigación que terminó revelando las mentiras de la progenitora, el mundo ficticio en el que estaba sumergida. Incluso se descubrió que había realizado campañas en redes sociales para conseguir dinero y así ‘tratar’ la supuesta enfermedad de su pequeño, pero en realidad para llevar una vida de lujos, se compraba carteras caras y todo tipo de fiestas.
EL DESCENLACE
Los médicos determinaron que el menor estaba completamente sano y desestimaron todo lo dicho por la madre, quien incluso reveló que su hijo tenía alergia a la comida, por lo que debía ser alimentado por sonda, algo completamente falso.
Los especialistas determinaron que la mujer tendría el trastorno facticio impuesto, lo que provoca que las personas que están al cuidado de otras les causen lesiones o enfermedades a causa de su bajo autoestima o ansiedad.
