Un caso indescriptiblemente horroroso se vivió en una provincia de Argentina: un niño pequeño fue secuestrado y violado antes de ser colgado con un cable y luego desmembrado en un horrible ritual satánico.
Mario Agustín Salto, apodado Marito, fue encontrado muerto en junio del año pasado, 48 horas después de que le dijo a su familia que iba a salir de pesca en Quimili, Argentina.
La familia del niño de 11 años lo vio por última vez el 31 de mayo, cuando se fue con su bicicleta a pescar a un lago cercano.
Dos días más tarde, perros vagabundos sacaron sus piernas, que estaban dentro de una bolsa de nylon, y las dejaron abandonadas en una carretera. Un espectador vio a los perros con las piernas, y al detectar la bolsa encontró dentro el torso y la cabeza del pequeño niño.
Los informes forenses sugieren que pudo haber sido asesinado el mismo día de su desaparición. Después de que se descubriera su cuerpo, 8,000 lugareños se reunieron en protesta en la represa cercana, exigiendo justicia para el niño.
El padre de la víctima dijo: “No recuperaré vivo a mi hijo, pero deben atrapar a los asesinos que lo hicieron, quiero justicia para él”.
Desde entonces, siete personas han sido arrestadas en relación con su asesinato, incluida una familia de cuatro personas.