“Fue una pesadilla. Lo peor es que mi familia nunca creyó que me manoseaba y abusaba de mí”.

La vida de Betsy Bermúdez Lanchero, de Bogotá, Colombia, tiene un pasado doloroso. Aunque ahora es madre de una niña de 7 años de edad y trabaja como herrera y soldadora para que nada les falte, recordar la tortura que vivió por años, aún la hace derramar algunas lágrimas.
Hoy Betsy tiene 27 años y hace 20 comenzó su martirio.

Tenía apenas 7 años cuando su papá la empezó a manosear. Después se convirtió en violación pero ella estaba amenazada a guardar silencio. “Si dices algo no te van a creer”, le decía el hombre al que le costaba llamar papá.

Cuando mamá encontraba al abusador en la recámara de Betsy, éste decía que le estaba dando las buenas noches.

En la casa familiar vivían Betsy y su hermano un año mayor que ella, su padre Jesús Antonio Bermúdez Moreno, su madre María Ana Laura Lanchero.

Tiene una hermana y dos hermanos mayores, hijos del matrimonio anterior de doña María, pero ya no estaban en casa porque habían formado su propia familia. Aún así se visitaban con regularidad.

Cuando Betsy tenía 15 años su mamá falleció. A partir de allí los abusos sexuales se volvieron más salvajes y todo el tiempo la sometía y la obligaba a que lo sirviera en todos los sentidos.

La amenazó con matarla a ella y a su hermano si lo acusaba.
Betsy se atrevió a pedir ayuda a su familia, pero ninguno de ellos le creyó.

“No juzgue a su papá, que Dios castiga eso”, le decían. Se sentía muy sola y estaba desesperada.

Su familia estaba indignada de que dijera algo así de su propio padre, porque lo consideraban un hombre “ejemplar”. En medio de una discusión, ella lo enfrentó, pero luego vino lo peor.

El abusador le apuñaló la pierna con un cuchillo y la abofeteó para que “aprendiera” a que debía quedarse callada.


Betsy escapó de la casa y se fue a vivir con un amigo con quien comenzaba un romance. Después de eso se dio cuenta de que estaba embarazada y vivió los 9 meses con la incertidumbre de no saber quién era el padre del bebé.

El muchacho con el que vivía murió y ella estaba sola. Cuando nació su bebé, alquiló una recámara con la ayuda de su abuelo.
Betsy se sintió aliviada cuando se enteró de que el padre de su hija era el muchacho que había fallecido. Entonces el abusador la fue a buscar y la amenazó con matar a su bebita si lo delataba.

Cuando más angustiada estaba, su hermano fue a buscarla y a pedirle perdónporque habían sabido que era verdad lo que ella les había contado.

Se enteraron cuando supieron que a una amiga de su hermano también la había violado en varias ocasiones. Ella lo denunció.

Entonces Betsy recibió el apoyo de toda su familia y la alentaron a denunciar a su violador también. Antonio tendrá que pasar 7 años en prisión por violencia intrafamiliar y 20 años por abuso sexual.


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