Un médico ha sido acusado de drogar, secuestrar y violar a una mujer de 30 años.
Él susodicho la escondió en un bunker construido especialmente en su casa en Suecia durante casi una semana. Drogó a la mujer utilizando fresas mezcladas con Rohypnol en su casa de Estocolmo, después de lo cual la violó y condujo casi 350 millas a una propiedad fuera de Kristianstad, al sur de Suecia.
El hombre de 38 años de edad, está acusado de secuestrar, violar y abusar sexualmente de ella durante una semana, pero los fiscales creen que tenía la intención de mantenerla en el bunker por varios años. La pareja se había conocido una vez antes, cuando él la atendió en su apartamento.
Planeado: La policía encontró dos máscaras de goma en el dormitorio del hombre, que, según los informes, eran usadas como disfraces durante su viaje de Estocolmo.
El médico drogó a la mujer utilizando fresas bañadas en chocolate, marcando las que tenían Rohypnol haciendo uso de las hojas del tallo.
Los fiscales dicen que él había traído dos máscaras de goma de una mujer mayor y un hombre con una barba para usarlas como disfraces durante el viaje en coche, que la policía encontró más tarde en su dormitorio.
A su llegada a la propiedad encerró a la mujer en el bunker donde la violó en repetidas ocasiones durante los seis días de cautiverio.
Se supone que el hombre construyó el bunker, con el propósito de mantener al menos una persona en cautiverio durante un largo período de tiempo.
Las paredes de concreto reforzado son de 12.5 pulgadas de espesor y el bunker tiene un dormitorio, un baño y una cocina totalmente equipada. El bunker incluso tiene un pequeño patio cubierto, donde la persona que vive en el bunker sería capaz de salir a la calle sin ser visto por los vecinos.
Él también le hizo pruebas de sangre para asegurarse de que ella no tuviera ninguna ETS.
Las bolsas encontradas por la policía durante un allanamiento de la casa del médico, que incluye condones y jeringas usadas
Al cabo de unos días el médico regresó a la casa de la mujer en Estocolmo para llevarle algunos objetos personales, sólo para descubrir que había sido reportado como desaparecido y la policía había irrumpido en su casa.
Se cree que el médico que han entró en pánico y llevó a la mujer a Estocolmo donde visitaron una comisaría de policía en conjunto el 18 de septiembre. El médico también obligó a la mujer a tomar pastillas anticonceptivas para poder tener relaciones sexuales sin protección con ella. También usó un arma para amenazar a la mujer cuando la llevó a una estación de policía en Estocolmo, donde la obligó a decirle a los oficiales que estaba a salvo y bien, pero la policía no le creyó.
Uno de sus amigos describe al hombre como socialmente torpe pero servicial y educado, pero añade que es “casi demasiado fuerte, intelectual, por su propio bien”.
“Cuanto más leía sobre esto más confuso me resulta. Él no es el tipo de persona que miras y piensas que va a encerrar y abusar de una mujer”. comentó el conocido.